A Tijuana "le pasó lo mismo" que al DF

SE tiene más de 5 años que están cerradas las ventanillas de regularización. Foto: Jorge Mancilla.

El Sol de Tijuana

2 de febrero de 2011

por Sonia García Ochoa

Tijuana.- A Tijuana "le pasó lo mismo" que al Distrito Federal, ya que las autoridades mantuvieron por años las irregularidades y atraso en el transporte público, para luego dar entrada a la empresa privada Autobuses de Oriente (ADO), que desplazó a permisionarios y concesionarios de la Ciudad de México, en rutas altamente redituables.

En Tijuana comenzó a operar la empresa Autotransportes de Tijuana, SA de CV (ATT), en la ruta Valle de las Palmas, que se cita en el fallo de licitación identificado con número CONC-SMT-2009-0.

Opera ATT, pese a que el 2 de julio de 2010, el Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Baja California ordenó "dejar las cosas en el estado actual en el que se encuentran" y a las autoridades demandadas les ordenó, "se abstengan de realizar cualquier acto relacionado con la concesión otorgada".

Renato Consuegra, de la firma periodística Difunet del Distrito Federal, informó para este rotativo, que durante años las autoridades de la capital del país, se han negado a regularizar el transporte porque al mantenerlos en la irregularidad, no sólo le permite al gobierno del Distrito Federal tenerlos como votos cautivos, sino también inmóviles ante cualquier "rebelión".

Así se tiene más de 5 años que están cerradas las ventanillas de regularización, pues en marzo de 2008 firmó (gobierno) con ellos un convenio para incrementar la tarifa luego de que se realizaran algunas modificaciones a la prestación del servicio, como la localización de paradas preestablecidas, además de la creación de un fideicomiso para realizar el cambio de sus actuales unidades por unas modernas.

En junio de 2010, el gobierno de la Ciudad de México le dio entrada a la empresa privada Autobuses de Oriente (ADO) para participar y apropiarse de uno de los corredores de transporte llamada Línea 3 del Metrobús, argumentando que los transportistas no cambiaron, que tampoco se modernizaron y, sobre todo, que no tienen capital para comprar las modernas unidades.

Así, de un golpe desaparecen a 455 transportistas que son sólo una parte del transporte en el Distrito Federal, quienes hace 40 años comenzaron a trabajar porque el gobierno en aquellos años no tuvo capacidad de respuesta al crecimiento poblacional.

El "caso Tijuana" -dijo- ya repercutió a nivel nacional, pues la historia se repite en iguales circunstancias, problemas y convenio con los transportistas, que al paso del tiempo no se cumplen, pues se permitió operar a ATT en pleno litigo.

La desobediencia al mandato judicial implica que el municipio liberó placas, las cuales para ser entregadas por la oficina de Recaudación de Rentas, deben contar con la concesión publicada en el Diario Oficial y no hay tal.

Los transportistas que prestan el servicio desde hace 60 años en Tijuana, dijeron que ya dialogaron con el gobierno municipal sobre la problemática con ATT, pero seguirán cuidando su patrimonio, proyectos de modernización para el beneficio de los tijuanenses.

Asimismo, estudiantes universitarios que utilizan la ruta de Valle de las Palmas, enviaron comentarios en torno a esta problemática, la cual dicen no debe afectarlos de ninguna manera, ni cancelando el servicio, menos todavía interrumpiéndolo, bajando al pasaje de las unidades de ATT y de poner en riesgo su integridad.

Los estudiantes piden que los problemas del transporte se resuelvan lejos de la afectación a la comunidad, pues gran parte de la población requiere el servicio "sin importar si es bueno o malo", sólo que no aumente el costo, que esté en todas las rutas y sin riesgos a sus vidas.